sábado, agosto 14, 2010

Una historia curiosa

Quisiera contarles una historia curiosa. Estuve en la biblioteca de la Universidad de Coimbra, en Portugal. Las mesas estaban cubiertas por un paño de fieltro, como las mesas de billar. Pregunté el motivo de esa protección. Me dijeron que era para proteger los libros de los excrementos de los murciélagos. ¿Por qué no eliminar los murciélagos? Simplemente porque de noche se comían los gusanos de los libros.


Relacionado por Umberto Eco, en "Nadie acabará con los libros" de la editorial Lumen

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