martes, junio 06, 2006

Natalia

 

Después de algo mas de dos años escribiendo pequeñas cosas, uno empieza a tener la sensación de que se agota, se agotan las ideas, que todo empieza a ser repetición..., pero entonces recuerdo a Kierkegaard, que en uno de esos destellos admirables de perspicacia que tenía, dijo que la repetición era la principal categoria ética.

He decidido vivir, sentir, no apartarme de nada por miedo, por ansiedad. He descubierto que la ansiedad es la mayor expresión de mi libertad, a la que no renuncio, eso si, he aprendido a pactar, a negociar con ella.

Por un tiempo cambio los libros por... "Micromegas, les prometio que les haria un hermoso libro de filosofia, escrito en letra muy pequeña para su uso y que en aquel libro verían el porqué de las cosas. Efectivamente les dio aquel tomo antes de su partida: lo llevaron a París, a la Academia de Ciencias. Pero cuando el secretario lo hubo abierto solo vio un libro en blanco.
<<¡Ah!, dijo, ya me lo habia figurado yo>>.

Natalia es mi presente, mi futuro, mi vida, mi libro en blanco. Una sonrisa de ella vale..., no tiene precio. Todo lo que he escrito hasta ahora sobre la responsabilidad para con nuestros hijos, para con nuestros nietos, para dejarles un mundo mejor, toma ahora una perspectiva nueva, mas poderosa, mas cierta, sin fisuras: "debemos construir un mundo mejor, donde los niños sean niños y los adultos se comporten como tal".
Un hijo no es ninguna posesión, no es una prolongación de mi sangre, o al menos es algo mas. Mi hija, es una ciudadana con todos sus derechos y quisiera que fuera "ella" sin mas pretensiones. Yo estare alerta para ser su apoyo, su tranquilidad, su amor. Su autoestina es innata, viene de serie, nosotros solo tenemos que potenciarla. La autoestima es el motor de la persona, de mi hija.

Ahora me siento mas seguro, tengo a mi lado a dos princesas.

Mi niña se despierta todas las mañanas con un canto a la vida, el canto de unos gorriones que han criado y viven a nuestra vera. Su canto es monótono, repetitivo,  pero es un canto alegre, el canto mágico de la primavera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de leer "Freakonomics", de LEVITT y DUBNER, recomendado por TAMAYO, profesor de Economía Política en la UNED, donde ocupa un cargo orgánico de cierto relieve. Es un libro escrito por un periodista que novela el sistema seguido por el economista LEVITT para desentrañar qué esconde la sabiduría convencional.
Escudriña y desnuda rarezas. Una de ellas es el estudio de la influencia que los padres tenemos en nuestros hijos: 'Hasta ahora los datos han dejado claro que los padres influyen en gran medida en ciertos aspectos (muchos de los cuales ya han sido determinados cuando nace un niño) y en absoluto en otros (aquellos con los que nos obsesionamos). No podemos culpar a los padres por tratar de hacer algo -lo que sea- por ayudar a sus hijos a alcanzar el éxito, aunque se trate de algo tan irrelevante como proporcionarles un nombre de clase alta".

Sinceramente, recomiendo su atenta lectura, por la frialdad con la que trata los asuntos, teniendo siempre presente que la moral representa un mundo ideal, la economía el real.

De nuevo, brindo por el debate y, por supuesto, por tu regreso.