jueves, julio 07, 2005

El sueño de la razón sigue produciendo monstruos





1 comentario:

Anónimo dijo...

Recuerdo sus calles limpias, cuyo cruce era ya transitado desde primeras horas de la mañana, en un acelarado pulso por ganar tiempo al día, por robarle segundos al cronómetro, por volver antes. Recuerdo que el sol se colaba de rondín por entre las cortinas y rebotaba en la pared haciendo más blancas las inmaculadas sábanas. Recuerdo que dormía a mi lado y no olvido que después, recorrimos todos esas calles en busca del metro londinense.

Recuerdo que también estuviste tú.

El atentado fue a las puertas del hotel en el que nos hospedamos, en la misma estación que tomábamos para atravesar la ciudad por su subsuelo, quizá en el mismo vagón o en el mismo autobús que tomamos para admirar su cultura isleña.

Lo recuerto todo y hoy me pregunto por qué han atentado contra ellos porque lo han hecho contra mí, y lo que es peor, contra quien, cada mañana sólo esperaba, mientras el sol volvía a recordarte que era otro día, un beso.